Jornada IX. Mallorca 1 – 0 Real Madrid

Lo he intentado explicar en repetidas ocasiones, pero siempre he salido trasquilado. Aquí lo importante no es ganar. ¡Menuda barbaridad! ¡Pero qué dice este chalado! Creo que los tres puntos son el premio, pero que el objetivo principal, el camino más corto hacia ellos, es la ambición que desprende este Mallorca por salir a ganar cada partido. Es ahí donde, en mi opinión, se cuajan los objetivos, donde se forja un equipo.

Supongo, aunque seguramente estaré equivocado, que deberíamos fijarnos menos en la clasificación y confiar más en lo que vemos sobre el césped. Lo tenemos ahí delante, no hace falta que nadie nos lo cuente. Trabajo. Y buen fútbol. Porque además de saber sufrir y correr, en este Mallorca hay más de dos que saben tocar la pelotita.

Y sin embargo, no nos engañemos. La dictadura del resultado manda en este juego llamado fútbol. De ahí la importancia de la victoria de la jornada pasada frente al Espanyol. Es la primera vez que vi a los de Vicente Moreno atenazados, presionados, temerosos… El equipo sintió miedo. Dudó de su propio trabajo. Sintió el vértigo de la clasificación e ingresó por un momento en el psiquiátrico para intentar sanar (craso error) esa bendita demencia que es ir a por el partido en cualquier situación. Y yo, sinceramente, prefiero a un buen puñado de locos atrevidos que a un equipo de cuerdos conformistas.

La victoria, balsámica a todos los efectos, intensificó su trastorno y los devolvió a su estado, de natural insano, que les ha permitido ganar al Real Madrid. Estamos ante un grupo de deportistas excepcional. Ellos mismo se encargan de tirar abajo sus propios límites y fijarlos, una y otra vez, un poco más allá: Segunda B, Segunda División, Primera División…

Lo repito, por activa y por pasiva. Yo a estos jugadores no les exijo la permanencia. Eso no depende de ellos. Lo que les pido es que sigan saliendo al campo como lo han hecho hasta la fecha, derrotas inclusive. Y esto no es un discurso conformista o “lo importante es participar” que yo le pueda soltar a mi hijo. No. Aquí de lo que se trata es de seguir trabajando como hasta la fecha. Y eso es mucho trabajo.

El fondo de armario es más bien escaso. Hay jugadores que tienen que empezar a aportar más y poner en un aprieto a Vicente Moreno a la hora de hacer las alineaciones. Lo que más me preocupa, a estas alturas, es una posible lesión o sanción de larga duración para cualquiera de los futbolistas más habituales.

Así es la Primera División para este Mallorca. Un precipicio, fuente de ilusiones y ansiedades. Llegados a este punto, no vale la pena pararse a dudar. Aquí, el que piensa, pierde.

RCD Mallorca: Reina; Sastre (Lumor, 46′), Raíllo, Valjent, Gámez; Dani Rodríguez, Baba, Salva Sevilla, Lago Junior (Trajkovski, 81′); Aleix Febas (Kubo, 58′) y Budimir.

Goles: 1-0 (6′) Lago Junior, de tiro cruzado marca de la casa, tras recibir un pase de Febas en la banda izquierda.