Nacho Mallo ( @NACHOMALLO )

Ya se terminó el 2018 en lo futbolístico y creo que para todos los aficionados mallorquinistas este año es de los mejores desde hace muchos. Hemos subido desde el subinfierno a la LFP y en ella estamos dejando una muy buena sensación. Mantenemos opciones, al menos de momento, de poder optar al play-off de ascenso y, sobre todo, estamos muy alejados del posible descenso. Así que FELIZ AÑO VIEJO y esperemos que el nuevo continúe por la misma senda.

Ciñéndome al encuentro contra el Nàstic, yo he visto prácticamente el mismo partido que el que perdimos en El Molinón con una diferencia importante: el rival. No es que los tarraconenses sean tan malos como lo que indica la clasificación, pero en el aspecto creativo hay un abismo entre ellos y los asturianos. Por eso decía la semana pasada que aunque hubiéramos perdido, el partido no había sido tan malo; el Mallorca obligó al Sporting a exprimirse a tope para conseguir la victoria.

Nuevamente planteamiento de 4-1-4-1 como la semana pasada. Con algún cambio de nombre (Valjient por Raíllo, Estupiñán por Sastre y Aridai por Valcárce), la idea ha sido la misma. Únicamente Pedraza, otra vez fantástico, se ha retrasado al principio del partido para poder rebasar la presión que intentaban ejercer los dos puntas del Nástic. Creo que no era muy necesario y el partido le ha llevado a ir dejando esa tendencia. Los defensas se bastaron para no pasar demasiados agobios en ese apartado.

He vuelto a ver a Gámez con ganas y fuerza en ataque; Aridai trabajó, pero aún no está al nivel de cuando se lesionó; Lago Junior, menos afortunado que en partidos anteriores; muy bien nuevamente Álex López en su juego de espaldas; Dani Rodríguez otra vez inmenso en su aportación de trabajo, cada vez más imprescindible; Valjient también va progresando y no se nos hace tan imprescindible que sean Xisco Campos y Raíllo los centrales; Estupiñán marcó un golito y como zurdo que es, se prodiga mejor en las labores ofensiva. De todos modos, el nivel marcado por Salva Ruiz todavía es superior. De la portería poco podemos decir. Alguna duda por arriba, pero casi no lo han probado y eso es reflejo del buen trabajo del equipo. Otro que parece reaparecer es Stoichkov que ha marcado también; Salva Sevilla, quizá menos brillante que otras veces, pero igualmente trabajador.

Victoria merecida y necesaria por venir de dos derrotas consecutivas y además por el momento en el que se produce. Tener que esperar hasta el 6 de enero para reconducir la dinámica no hubiera sido muy positivo. El aspecto anímico también es importante y el mini parón se toma con distinta actitud.

Poco más que añadir. El equipo deja siempre las mismas sensaciones de buen trabajo, a veces con más acierto que otras, pero que sigue haciéndonos albergar esperanzas de cara a este año que empieza. Veremos si el mercado invernal nos trae novedades.

Feliz año a todos. Veremos, si además del turrón, nos comemos al Almería en el último día de las fiestas, el día de Reyes a las 12:00. Sería empezar el año con muy bien pie.

Nacho Mallo

Nacido el 20 de febrero de 1960, el guardameta gallego defendió la portería bermellona durante seis temporadas, desde la 82/83 hasta la 87/88.

En ese tiempo disputó 102 encuentros, tanto en Primera como en Segunda División, peleando siempre por la titularidad con grandes porteros como Zubeldia o Ezaki Badou. Tal y como recoge Xesc Ramis en su Diccionario de jugadores del Real Club Deportivo Mallorca (Editorial Siníndice, 2017), «era un portero con muy buenas manos, agilidad asombrosa y mucha tranquilidad en los momentos de más presión».

Actualmente es tertuliano en el programa Ser Deportivos Baleares, dirigido y presentado por Pedro Morlà.