Nacho Mallo ( @NACHOMALLO )

Todo apuntaba a que el partido de Reus era una oportunidad para volver a la senda de las victorias fuera de campo. Así también lo entendió Vicente Moreno que inició el partido con dos puntas, Álex López y Carlos Castro, cosa que últimamente lo hace a cuentagotas. La clasificación que ocupa el equipo rojinegro, los graves problemas económicos que hacen presagiar un descenso administrativo y otro competitivo, con una plantilla y unos empleados que no cobran, sumado al hecho de que solamente ha ganado un partido en su campo, era un cóctel perfecto para pescar en esas aguas. Pero, a pesar de todo, nunca es fácil plasmar la teórica superioridad. No hemos demostrado ser superiores en el terreno de juego, y con fútbol bastante anodino, fue el desgaste lo que hizo venirse abajo al equipo tarraconense.

Primera parte en la que el juego de ambos conjuntos era para 0-0 y así sucedió. No hubo ocasiones claras para ninguno de los equipos, a pesar de que el Mallorca apostó por esos dos delanteros que ya hemos comentado. Vicente Moreno conformó, de manera lógica, un doble pivote con Baba, que parece mejorar, y Dani Rodríguez, trabajador incansable. Dupla que es muchísimo menos creativa que la formada por Pedraza y Salva Sevilla. La ausencia de éste último hace que el equipo siga sufriendo muchísimo a la hora de crear juego.

Oportunidad para Carlos Castro que parece no supo aprovechar. Su aportación no ha sido relevante, pero hay que reconocer que ofensivamente la labor combinativa de este equipo baja mucho sin Salva Sevill. Eso también lo notan jugadores a los que les gusta estar en esa tierra de nadie.

En una segunda mitad de nuevo con escasas ocasiones de gol, el Mallorca mejoró ligeramente. Tampoco es que los bermellones aplastaran al contrario, pero sí que parecía que se buscaba la portería contraria. Lago Junior estuvo menos brillante que otras veces y participó menos de lo habitual, pero la confianza que tiene actualmente hace que cuando coge la pelota siempre cree sensación de peligro. De una falta sobre el marfileño nació el gol que abrió el camino de la victoria. Destacar que en este gol fueron protagonistas dos jugadores que no tienen muchos minutos en el equipo. Stoichkov sacó la falta con un disparo bien dirigido y Valcarce, en un remate muy difícil, convirtió en un bonito gol el rechace del portero. Poco más hasta el penalti cometido a Lago Junior.

He echado en falta más subidas de los laterales. Sobre todo de Gámez ya que, en su banda, Valcarce tiene bastante querencia al centro y quedaban espacios para ocupar. El lateral está cumpliendo bien, pero como ya comenté la semana pasada, echo en  falta aquellas galopadas por banda tanto nos agradaron en este principio de temporada.

Resumiendo, victoria importantísima. Creo que imprescindible por las condiciones que se daban, aunque el 0-2, sinceramente, me parece un resultado algo exagerado. Ahora ya sabemos que las manidas dinámicas son ciertas.

El sábado a las 18:00 horas en Son Moix hemos de comer boquerones para seguir alimentando los sueños; partido muy bonito y difícil. Veremos.

Nacho Mallo

Nacido el 20 de febrero de 1960, el guardameta gallego defendió la portería bermellona durante seis temporadas, desde la 82/83 hasta la 87/88.

En ese tiempo disputó 102 encuentros, tanto en Primera como en Segunda División, peleando siempre por la titularidad con grandes porteros como Zubeldia o Ezaki Badou. Tal y como recoge Xesc Ramis en su Diccionario de jugadores del Real Club Deportivo Mallorca (Editorial Siníndice, 2017), «era un portero con muy buenas manos, agilidad asombrosa y mucha tranquilidad en los momentos de más presión».

Actualmente es tertuliano en el programa Ser Deportivos Baleares, dirigido y presentado por Pedro Morlà.