Nacho Mallo ( @NACHOMALLO )
Un nuevo empate. Y ya son tres consecutivos. Es verdad que éste es fuera de casa, no como los dos anteriores registrados en Son Moix. Este hecho podría invitarnos a quitar algo de valor punto cosechado en el Tartiere, pero objetivamente hablando creo que empatar en el campo del Oviedo no es un mal resultado. Eso sí, ahora la victoria del próximo domingo contra el Córdoba es más obligatoria que nunca.
Creo que doce encuentros ya son suficientes para comprobar la medida de lo que pueden dar los equipos, salvo circunstancias extrañas. Y este Mallorca se encuentra un poquito más cerca de jugar el play-off de ascenso, a 3 puntos, que del descenso, a 5. Ya sabemos cómo es esta Segunda División. En los últimos 5 ó 6 partidos habrá un montón de equipos luchando por tocar el cielo o evitar el infierno. Llevamos 12 goles en contra (el octavo equipo menos goleado) y 14 goles a favor (el noveno más goleador). Los números parecen indicarnos, pues, que la actual posición del Mallorca es más que justa.
Hay que tener en cuenta que somos un equipo recién ascendido y, aunque histórico, la mayor parte de los jugadores que están siendo los asiduos en el once titular la temporada pasada estaban en segunda B. Este hecho nos invita a ser un poco optimistas ya que, normalmente, se tendría que pagar un poco la novatada de la inexperiencia en la categoría. Lo lógico es que a medida que avance la competición alguno de los últimos empates cosechados pueda transformarse en victoria.
Frente al Oviedo hemos vuelto a jugar con un delantero, Abdón, colocando nuevamente a Lago Junior en banda, quien repite como goleador y se destapa como un cazagoles dentro del área. El sacrificado por la vuelta de Abdón a la titularidad ha sido Stoichkov. Considero que con su actuación de la semana anterior se había ganado mantenerse en el once, pero no ha sido así y ha tenido que participar menos tiempo. El problema de los laterales se ha resuelto de la manera más lógica, siempre y cuando el estado físico de Sastre fuese el adecuado. Veremos qué ocurre cuando Salva Ruiz esté recuperado. Interesante.
La primera parte ha sido nefasta. Una vez más hemos tenido que navegar con el viento en contra desde bien pronto. Algo de mérito también tiene el equipo de Anquela, que ya sabemos la presión que impone a los suyos. En el segundo tiempo el Mallorca mejoró mucho y, en esta ocasión, hay que reconocer que Vicente Moreno fue valiente. Nada más conseguir el empate sustituye a Dani Rodríguez por Carlos Castro en una apuesta más ofensiva. Stoichkov, sorprendentemente, tuvo que esperar algo más. Casi lo conseguimos. Lástima de esa ocasión tan clara de Aridai que no supo culminar.
Si la semana pasada decía que a por las fabes asturianas, el domingo nos toca salmorejo cordobés. Esta vez ya tiene que caer la victoria.
Nacho Mallo
Nacido el 20 de febrero de 1960, el guardameta gallego defendió la portería bermellona durante seis temporadas, desde la 82/83 hasta la 87/88.
En ese tiempo disputó 102 encuentros, tanto en Primera como en Segunda División, peleando siempre por la titularidad con grandes porteros como Zubeldia o Ezaki Badou. Tal y como recoge Xesc Ramis en su Diccionario de jugadores del Real Club Deportivo Mallorca (Editorial Siníndice, 2017), «era un portero con muy buenas manos, agilidad asombrosa y mucha tranquilidad en los momentos de más presión».
Actualmente es tertuliano en el programa Ser Deportivos Baleares, dirigido y presentado por Pedro Morlà.