Nacho Mallo ( @NACHOMALLO )

Parece que el Mallorca se hubiese apuntado a escribir un código binario con sus resultados: 1-0, 0-1, 1-0, 1-0. Un código que si lo intentamos pasar a un número del sistema decimal creo que nos daría el número 89. ¿Los puntos que consigamos al final de liga? No lo creo, pero por soñar que no quede. El año pasado, si no me equivoco, el campeón fue el Rayo Vallecano con 76 puntos, seguido del Huesca que, con 75, también subió sin promoción.

Es una simple anécdota, por supuesto. No hay que lanzar las campanas al vuelo porque queda muchísimo, pero este equipo demuestra ser muy sólido, sobre todo en el tema defensivo. Un solo gol en contra en cuatro partidos es un bagaje espectacular. En ataque, no se puede ser más efectivo: tres goles a favor que nos han dado nueve puntos.

Ante el Cádiz se  marcó en el minuto 90, que también vale, pero siempre se necesita un poco de suerte. El equipo gaditano, dirigido por un ex-mallorquinista como Álvaro (con el que tuve la suerte de coincidir), planteó un partido cambiante y difícil de contrarrestar. Los visitantes tuvieron dos o tres ocasiones para marcar gol y creo que no hubiera sido del todo injusto el empate. De todos modos, quien más buscó la victoria fue el Mallorca y, aunque en la primera parte no se llegó mucho a la portería de Alberto Cifuentes, en la segunda todo el juego se concentró en el área amarilla.

Vicente Moreno sigue apostando por el mismo sistema. Da sus frutos y está muy bien trabajado, ¿para qué cambiar? Parece que la única duda le surge en la banda derecha, donde ya han jugado como titulares Aridai, Valcarce y Dani Rodríguez. El resto de la alineación se nos antoja muy estable salvo lesiones, expulsiones o similares. A ver qué pasa cuando Joan Sastre se recupere. No podemos olvidar la excelente campaña realizada en la temporada pasada, pero la realidad es que Gámez está progresando mucho. No sé si por ahí vendrá la solución a la parte más adelantada de la banda derecha.

En banda izquierda, Salva Ruiz está cumpliendo muy bien, pero echo en falta algo más en ataque. El que me tiene un poco desconcertado es Lago Junior. Contra el Alcorcón casi no le vimos. Contra el Cádiz estuvo más participativo y entró más en juego, pero el problema es que no se está yendo de nadie y le cuesta muchísimo ganar un uno contra uno. ¿Habrá que seguir esperándole?

La vuelta de Raíllo se ha notado de forma positiva en la defensa y, como decía la semana pasada, creo que su nivel de compenetración con Xisco y el resto de la defensa, incluido Reina, es superior.

Las puntas parecen fijas también entre Abdón y Carlos Castro, pero Álex López está reclamando más minutos. Interesante competencia.

La sala de máquinas, bien de nuevo. Tanto Pedraza como Salva Sevilla están dando una buena sensación en esta Segunda A.

A seguir creciendo.

Nacho Mallo

Nacido el 20 de febrero de 1960, el guardameta gallego defendió la portería bermellona durante seis temporadas, desde la 82/83 hasta la 87/88.

En ese tiempo disputó 102 encuentros, tanto en Primera como en Segunda División, peleando siempre por la titularidad con grandes porteros como Zubeldia o Ezaki Badou. Tal y como recoge Xesc Ramis en su Diccionario de jugadores del Real Club Deportivo Mallorca (Editorial Siníndice, 2017), «era un portero con muy buenas manos, agilidad asombrosa y mucha tranquilidad en los momentos de más presión».

Actualmente es tertuliano en el programa Ser Deportivos Baleares, dirigido y presentado por Pedro Morlà.