Año I en el Destierro. Jornada 27. Cornellà 3 – Mallorca 1
La crisis de bipolaridad galopante sufrida por el mallorquinismo tras la cornellada del domingo es la evidencia inequívoca de que las cosas se están haciendo medianamente bien sobre el césped, natural o sintético, esta temporada. Una derrota dura, sin paliativos, pero que no debe dejar cicatrices, más allá de las necesarias, de cara al tramo final de este eterno calentamiento disfrazado de temporada. Es compatible, os lo aseguro, calificar de nefasto el partido y evitar hacer un drama de la situación.