Año I en el Destierro. Jornada 12. Mallorca 1 – Hércules 1

Sin ser el mejor partido del Mallorca esta temporada, tampoco el peor, el equipo bermellón se colgó del gol de Abdón para intentar llegar al tiempo de descanso con la ley del mínimo esfuerzo. Antes de sufrir un ataque de anemia galopante que fue derribando uno por uno a todos sus jugadores, el Hércules había plantado cara durante toda la primera mitad. El buen hacer visitante, y la dispersión bermellona, alumbraron el gol del empate alicantino, justo y merecido, en el ocaso de la primera mitad.

No siempre puedes ser superior a tu rival. Hay días en los que te levantas con el pie izquierdo. Eres incapaz de dar un pase sencillo a cinco metros y encima, qué cosas tiene esto del fútbol, te encuentras con un adversario pesado que sabe qué hacer con la pelota. Eso son cosas del directo. Hay que aceptarlas y, sobre todo, ponerles solución. Tu esfuerzo suple la falta de clarividencia y tu afán por la victoria te guía en el desconcierto. No dialogas, no piensas. Actúas. Y continúas. Y sigues vivo, que es de lo que se trata.

Pero algo se torció a la media hora de juego. Huérfanos de acierto y sin rastro de la intensidad mostrada en jornadas anteriores, los jugadores del Mallorca intentaron pasar el rato jugando al truco o trato (todavía no sé cuál es la respuesta correcta). El equipo cedió a la tentación de la pereza, al chantaje del diálogo con la autocomplacencia. Abrazaron el paganismo y mordieron de la manzana prohibida para, finalmente, caer en la cuenta de que Halloween no merece la pena. Descubrieron que a ellos lo que les gusta, y a lo que están acostumbrados, es a proporcionar nuevos reclutas a la legión de Tots Sants con los cadáveres que van dejando atrás en el calendario.

Sin que la segunda mitad fuera un dechado de virtudes, y a pesar de que los visitantes confundieran el césped de Son Moix con las piscinas de Son Hugo, el Mallorca volvió a la senda del compromiso, la intensidad y la intención de ser mejor. Todo eso, con ser bastante, no fue suficiente en esta ocasión.

Querer esconder los errores del Mallorca frente al Hércules sería tan pueril como querer convertir en un drama su esporádica presencia. El Mallorca no jugó tan bien como en otras ocasiones, pero sobre todo, el Mallorca no compitió al nivel al que nos tiene acostumbrados, aunque sólo fuera durante 15 minutos. Ese cuarto de hora fatídico entre el gol de Abdón y el tanto visitante es la lápida en la que algunos ya quieren inscribir el nombre del Mallorca. Y no hay nada más inútil que una tumba sin cadáver.

RCD Mallorca: Reina; Joan Sastre, Xisco Campos, Raíllo, Ferran Giner (Bryan Reyna, 75′); Fernando Cano (Cedric, 65′), Marc Pedraza (Bonilla, 51′), Damià Sabater, Lago Junior; Salva Sevilla y Abdón Prats.

Goles: 1-0 (22′) Abdón Prats, de penalti; 1-1 (44′) Chechu, antes de sufrir el ataque de anemia colectiva que sufrió el Hércules durante la segunda mitad.

* Artículo publicado en Fútbol desde Mallorca el 3 de Noviembre de 2017.