Año I en el Destierro. Jornada 16. Olot 0 – Mallorca 0
Uno rasca, la busca, pero no la encuentra. La épica, digo. La materia prima de una nueva gesta, de un acto heroico. El gol imposible, el pase perfecto. No, en Olot no hubo nada de todo eso. Hubo un pico y una pala. Y mucha piedra donde rascar. Y no hay drama, porque este Mallorca también tiene derecho a no ganar siempre, a mostrarse mundano en alguna fase del campeonato. Todo tiene su momento. La gloria, si nos corresponde, que no me cabe la menor duda, acudirá a nuestro encuentro en su debido momento, allá por el mes de junio.