Pocos rivales aguantan al Mallorca cuando éste juega al 100%. Lo preocupante es que al equipo le dura la gasolina apenas 35 minutos. Ese el tiempo del que dispone ahora mismo Olaizola para encarrilar los partidos. Frente al Rayo Vallecano fue suficiente, pero los bermellones ya demostraron que lo pasaron muy mal durante la segunda parte. La fortuna le dio la espalda a los baleares en una brillante primera parte en Girona. En esa ocasión el equipo no consiguió perforar la portería contraria, el cansancio se llevó a Culio por delante y el final de la historia ya la conocemos.