Olaizola debe mantenerse firme en el fútbol que ha escogido. Ni los resultados ni la precaria clasificación del equipo deben hacerle abdicar de su idea. Porque su planteamiento no es una opción o una alternativa más; es la única respuesta válida para revertir la situación. Porque para ganar, hay que intentar ganar. Y eso es lo que hace el Mallorca desde que arrancó el 2017. No ganó en Getafe por un error arbitral; frente al Reus los fallos individuales marcaron el partido; y ante el Cádiz se topó con un rival fuerte que tampoco le pudo doblegar. Pero en todos los encuentros ha tenido opciones, reales, de conseguir los tres puntos. Los resultados llegarán, tienen que llegar.
Tribulación
30 lunes Ene 2017
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