Viernes 11 de Noviembre. Pocos minutos pasan de las diez de la noche y el Mallorca acaba de derrotar en el Nuevo Arcángel al Córdoba de José Luis Oltra y Alejandro Alfaro. Con 18 puntos, el conjunto de Fernando Vázquez supera a los andaluces en la clasificación. El equipo presenta un golaverage general favorable desde el año del descenso y encadena cuatro partidos consecutivos sin perder.
Se trata de un ejercicio de imaginación, pero puede que no esté tan alejado de la realidad. Estamos cansados de oír que la Segunda División es uno de los campeonatos más igualados que existen. Obviando al Levante, sólo diez puntos separan al segundo clasificado del colista. Si esta simetría entre plantillas justifica, de manera lógica, que el Mallorca pueda perder ante cualquiera, podemos deducir, también, que el conjunto bermellón está capacitado para salir victorioso de cualquier envite.
Reconozco que no me han gustado las decisiones que Fernando Vázquez ha tomado en los últimos partidos. Frente a Nàstic y Zaragoza, pese a no perder, me quedé con la sensación de que desde el banquillo se mandaron los mensajes equivocados. Al gallego le falta ese punto de valentía que el pasado sábado hizo estallar a la afición. Una afición, que esta misma temporada, ha sabido premiar al equipo con una ovación pese a no conseguir la victoria. Las desafortunadas declaraciones del míster demuestran que le siguen doliendo las críticas, que está vivo, que no se ha tirado del barco en plena travesía.
Los jugadores también deben dar un paso al frente. Fernando Vázquez no puede ni debe ser el único responsable. Si la falta de gol parece haber quedado solucionada, algunos jugadores parecen haber perdido algo de la chispa con la que arrancaron el campeonato. Dicho lo cual, declaro abiertamente que no cambio la actual plantilla por ninguna de las que hemos tenido desde el descenso. Lo he dicho en más de una ocasión, este año, por momentos, hemos disfrutado de un fútbol que hacía tiempo que no se veía en Son Moix.
Proyecto, sensaciones, buen juego…, paja al fin y al cabo. Aquí mandan los resultados. Lo sabe Vázquez, lo sabe Molango, lo sabe la plantilla y lo sabe la afición. Las decisiones, si se tienen que tomar, caerán por su propio peso. No me cabe la menor duda. Pero estamos donde estamos y somos los que somos. Es el momento de remar todos juntos. Córdoba, un partido, 90 minutos, más de 3 puntos en juego.